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Con una decoración interior de corte minimalista que contrasta con la ornamentación barroca de su portada, el Hotel Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal se erige como la primera instalación de este tipo en la Plaza de San Francisco de Asis. Rodeado de tan privilegiado entorno citadino, formado por El Convento de San Francisco de Asís, donde se encuentra una de las mejores salas de conciertos dedicada a la música coral y de cámara en la ciudad.
En sus alrededores también se encuentran las galerías Carmen Montilla y Los Oficios, el Café del Oriente, la Lonja del Comercio y, un poco más allá, en la calle de la Amargura, el Museo del Chocolate y el Museo de la Cerámica Contemporánea Cubana.
Desde la terraza del hotel, en lo alto de los seis pisos del edificio, los visitantes pueden admirar la grandeza de La Habana gracias a las bondades de un telescopio. Aquí se respiran los aires de una de las principales plazas de la ciudad vieja, tocada por el encanto de la Fuente de los Leones, esculpida en mármol de Carrara por el artista italiano Giuseppe Gaggini, y por el arrullo de las palomas que la habitan.
Se ubica justo al lado del Hotel San Felipe y Santiago de Bejucal, y está próximo a la popular “Casa del Chocolate”.
El hotel tiene categoría 5 estrellas.
Este hotel de lujo combina la elegancia del estilo colonial español con servicios e instalaciones modernos. Está rodeado de edificios famosos, como el Capitolio, el bien conocido teatro García Lorca, famoso por sus excelentes presentaciones de ballet clásico. A solo unos minutos, está la Catedral de La Habana, La Plaza de Armas, tiendas, museos, y otros servicios.
El magnífico hotel, combina la elegancia del estilo colonial español, con lo más moderno en servicios e instalaciones. Se encuentran rodeados por varios edificios famosos, como el Capitolio, el Teatro García Lorca, y a solo unos minutos de la Catedral de La Habana, la Plaza de Armas, tiendas, museos y otros servicios complementarios.
La piscina de estilo griego clásico, y la terraza con bar-restaurante se ubican en el último piso y disfrutan de esplendidas vistas de la Habana, compartidas por la mayoría de sus salones y habitaciones, incluyendo las vistas de Parque Central y del Paseo del Prado
