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Con una arquitectura que recuerda las casas hispano-mudéjares más antiguas de la ciudad, el hotel ocupa una residencia que, datada del XVIII, perteneció un siglo después a la familia de don Pedro Regalado Pedroso y Zayas, Comendador de la Orden de Isabel la Católica. Privilegiado por su cercanía a las plazas de Armas y de San Francisco, este hotel colinda con el Hostal Valencia, además de ser un parador para quienes visitan o laboran en la Lonja del Comercio, sede de la inmobiliaria Áurea, dedicada a la renta de espacios para oficinas.
Excepcional por la intimidad de sus espacios interiores, El Comendador recibe las brisas provenientes del puerto habanero, escenario que se observa desde sus confortables habitaciones. Nombrado como una región española, el bodegón Onda evoca una taberna rústica y propone variantes de las típicas tapas españolas, combinadas con exquisitos vinos.
Excepcional por la intimidad de sus espacios interiores, El Comendador recibe las brisas provenientes del puerto habanero, escenario que se observa desde sus confortables habitaciones. Nombrado como una región española, el bodegón Onda evoca una taberna rústica y propone variantes de las típicas tapas españolas, combinadas con exquisitos vinos.
Desde
71 €
Sobriedad e intimismo distinguen el ambiente de este hotel situado en la que fuera mansión de Claudio Martínez de Pinillos, conde de Villanueva, célebre personalidad del siglo XIX de gran influencia en el florecimiento económico y social de la Isla.
El hotel se encuentra situado entre la Plaza de Armas y la Plaza Vieja, dos arterias principales de La Habana Vieja.
El hotel se encuentra situado entre la Plaza de Armas y la Plaza Vieja, dos arterias principales de La Habana Vieja.
Desde
71 €
Una estancia en el Hotel San Miguel debe ser muy similar al privilegio de hospedarse en la mansión privada de alguien, todo un gusto para aquellos que prefieren los lugares pequeños e íntimos.
Como en muchos de los inmuebles de la Habana Vieja que actualmente funcionan como hoteles, la remodelación del San Miguel estuvo regida por el buen gusto y la fidelidad a los factores históricos: la mayoría de los muebles y la decoración del hotel son originales, y la fusión de los detalles modernos con los antiguos es imperceptible. Algunos de los muebles, como los butacones y el sofá tapizados que se encuentran junto a la recepción, en el área de estar convertida en lobby bar, presentan estampados raídos, descoloridos, como muestra del uso que se les ha dado, para realzar la sensación de autenticidad e intimidad.
Como en muchos de los inmuebles de la Habana Vieja que actualmente funcionan como hoteles, la remodelación del San Miguel estuvo regida por el buen gusto y la fidelidad a los factores históricos: la mayoría de los muebles y la decoración del hotel son originales, y la fusión de los detalles modernos con los antiguos es imperceptible. Algunos de los muebles, como los butacones y el sofá tapizados que se encuentran junto a la recepción, en el área de estar convertida en lobby bar, presentan estampados raídos, descoloridos, como muestra del uso que se les ha dado, para realzar la sensación de autenticidad e intimidad.
Desde
71 €
Elegancia, confort y excelente servicio caracterizan al Hotel E La Unión. Construido a mediados del siglo XIX, su singular belleza combina elementos del neoclasicismo. Situado en el centro de la ciudad, basta con caminar un poco sus alrededores para disfrutar de atracciones culturales y entretenimiento local.
Desde
71 €
El Meliá Cayo Santa María All Inclusive Resort se extiende en 12 hectáreas a lo largo de casi 400 m de playa. Debe su nombre a Santa María, uno de los cayos pertenecientes al archipiélago de Jardines del Rey. Su ancha franja de arena blanca, sus aguas cristalinas color turquesa, su exuberante vegetación y su rica variedad de fauna, le han merecido la condición de Reserva de la Biosfera, y la convierten en uno de los sitios mas exóticos del Caribe.
Desde
71 €
Con una peculiar disposición, el edificio que ocupa el Hotel del Tejadillo es el resultado de la fusión de tres casonas de los siglos XVIII, XIX y XX. Ubicadas en un sitio clave para las obras sociales y religiosas de la época, estos inmuebles acogieron sendos colegios religiosos pertenecientes a las órdenes del Sagrado Corazón (de 1888 a 1950) y las Hijas de María Auxiliadora (de 1945 a 1961).
Tras los regios portones del Hotel del Tejadillo se descubre una auténtica casa de huéspedes al estilo colonial. Pinturas inspiradas en la ciudad, piezas de cerámica y viajeros de cobre, distinguen la decoración de este parador. Su lobby rememora la sala de una residencia habanera de los siglos XVIII y XIX, a la vez que da paso al desayunador Catedral. El hotel cuenta con dos patios interiores: La Arcada y La Yagruma; el primero exhibe un mural evocador de los arcos de las fachadas y galerías de la ciudad, y el segundo está destinado al sosiego y la contemplación.
Con la Plaza de la Catedral a unos metros, el hotel se encuentra en un área privilegiada de La Habana. El Patio, uno de los mejores restaurantes de comida criolla e internacional; el Museo de Arte Colonial, con colecciones de artes decorativas; y el Taller Experimental de Gráfica de La Habana, donde se reúnen artistas cubanos y extranjeros, aparecen entre los lugares que pueden complementar la estancia en el Hotel del Tejadillo, también cercano al hotel Palacio O’Farrill.
Tras los regios portones del Hotel del Tejadillo se descubre una auténtica casa de huéspedes al estilo colonial. Pinturas inspiradas en la ciudad, piezas de cerámica y viajeros de cobre, distinguen la decoración de este parador. Su lobby rememora la sala de una residencia habanera de los siglos XVIII y XIX, a la vez que da paso al desayunador Catedral. El hotel cuenta con dos patios interiores: La Arcada y La Yagruma; el primero exhibe un mural evocador de los arcos de las fachadas y galerías de la ciudad, y el segundo está destinado al sosiego y la contemplación.
Con la Plaza de la Catedral a unos metros, el hotel se encuentra en un área privilegiada de La Habana. El Patio, uno de los mejores restaurantes de comida criolla e internacional; el Museo de Arte Colonial, con colecciones de artes decorativas; y el Taller Experimental de Gráfica de La Habana, donde se reúnen artistas cubanos y extranjeros, aparecen entre los lugares que pueden complementar la estancia en el Hotel del Tejadillo, también cercano al hotel Palacio O’Farrill.
Desde
71 €
Tal vez uno de los principales atractivos del Hotel Palacio O’Farrill sea la belleza neoclásica de la que fuera residencia de Don José Ricardo O’Farrill y O’Daly, rico comerciante del condado irlandés de Longford que llegó a La Habana en 1715 y fundó una de las familias más acaudaladas de la época colonial. La combinación de elementos arquitectónicos de los siglos XVIII, XIX y XX en el decorado de cada uno de sus tres niveles es un elemento distintivo de este hotel. Varios de sus espacios han sido bautizados con apelativos alegóricos al país norteño.
Con adornos y muebles originales, en uno de sus salones, llamado Longford se realizan sistemáticamente conferencias y actividades relacionadas con la influencia de la cultura irlandesa en Cuba. Cada 17 de marzo el hotel celebra el Día de San Patricio, patrono de Irlanda, cuya festividad tradicional se conmemora de manera especial. En el tercer piso cuenta con una galería de arte y en otros espacios se desarrollan presentaciones de música cubana e internacional.
Cuenta con un aroma que, especialmente elaborado para el hotel en la perfumería Habana 1791, preside la recepción de la instalación. El Hotel Palacio O’Farrill se encuentra muy cerca de la Plaza de la Catedral, uno de los espacios públicos de mayor concurrencia en la ciudad.
Recetas de la comida irlandesa integran la carta menú del restaurante del hotel O’Farrill: Don Ricardo, antecedido por un patio interior que destaca por un antiguo aljibe sombreado por un lucernario.
Con adornos y muebles originales, en uno de sus salones, llamado Longford se realizan sistemáticamente conferencias y actividades relacionadas con la influencia de la cultura irlandesa en Cuba. Cada 17 de marzo el hotel celebra el Día de San Patricio, patrono de Irlanda, cuya festividad tradicional se conmemora de manera especial. En el tercer piso cuenta con una galería de arte y en otros espacios se desarrollan presentaciones de música cubana e internacional.
Cuenta con un aroma que, especialmente elaborado para el hotel en la perfumería Habana 1791, preside la recepción de la instalación. El Hotel Palacio O’Farrill se encuentra muy cerca de la Plaza de la Catedral, uno de los espacios públicos de mayor concurrencia en la ciudad.
Recetas de la comida irlandesa integran la carta menú del restaurante del hotel O’Farrill: Don Ricardo, antecedido por un patio interior que destaca por un antiguo aljibe sombreado por un lucernario.
Desde
71 €
El Hotel Telégrafo data del año 1860, en aquel entonces estaba ubicado en la calle Amistad. Hacia 1914 todas sus habitaciones y el restaurante presumían de teléfonos que brindaban a los huéspedes servicios de llamadas nacionales e internacionales. Actualmente, El Telégrafo invita a contemplar el corazón de La Habana desde sus 63 confortables habitaciones, totalmente modernizadas y equipadas, y en el primer nivel las habitaciones interiores conservan restos de sus paredes primigenias.
En su patio interior, elementos de reciente diseño y un majestuoso mural cerámico contrastan con los ladrillos originales de las arcadas que dan paso a un restaurante especializado en la cocina internacional.
La obra de recuperación del hotel recibió el Premio de la Ciudad de La Habana de Arquitectura e Ingeniería 2003 por la calidad del trabajo realizado, la combinación de códigos de la modernidad con las proporciones y el ritmo de la arquitectura neoclásica en las fachadas, así como el novedoso tratamiento de los interiores y la integración de sus diseños con las artes plásticas.
De frente al Parque Central, en la famosa esquina de Prado y Neptuno, cerca del hotel Inglaterra y a unos pasos del Capitolio Nacional, se revela como punto de partida de un largo paseo por arterias principales como Prado y Obispo, lo mismo si desea contemplar el mar o adentrarse en el corazón del Centro Histórico.
Además del snack bar abierto las 24 horas, el hotel cuenta con un restaurante de cocina internacional con una extensión a la célebre Acera del Louvre, donde podrá realizar desayunos de trabajo, almuerzos, cenas para grupos y otras ceremonias festivas.
En su patio interior, elementos de reciente diseño y un majestuoso mural cerámico contrastan con los ladrillos originales de las arcadas que dan paso a un restaurante especializado en la cocina internacional.
La obra de recuperación del hotel recibió el Premio de la Ciudad de La Habana de Arquitectura e Ingeniería 2003 por la calidad del trabajo realizado, la combinación de códigos de la modernidad con las proporciones y el ritmo de la arquitectura neoclásica en las fachadas, así como el novedoso tratamiento de los interiores y la integración de sus diseños con las artes plásticas.
De frente al Parque Central, en la famosa esquina de Prado y Neptuno, cerca del hotel Inglaterra y a unos pasos del Capitolio Nacional, se revela como punto de partida de un largo paseo por arterias principales como Prado y Obispo, lo mismo si desea contemplar el mar o adentrarse en el corazón del Centro Histórico.
Además del snack bar abierto las 24 horas, el hotel cuenta con un restaurante de cocina internacional con una extensión a la célebre Acera del Louvre, donde podrá realizar desayunos de trabajo, almuerzos, cenas para grupos y otras ceremonias festivas.
Desde
71 €
Hermoso edificio en pleno centro histórico de Cienfuegos, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Inaugurado en 1925 como el hotel de mayor altura e importancia de la ciudad, su elegante arquitectura, los refinados interiores con pinceladas contemporáneas y una atención exquisita nos transportan hoy a una época de esplendor.
Las habitaciones del hotel Meliá San Carlos juegan con los colores neutros y la especial luz de la isla para crear un ambiente acogedor. El lobby destaca por su decoración elegante y su estilo ecléctico, mientras que en los hermosos patios interiores se respira la magia. El hotel cuenta, además, con bares y un excelente restaurante.
Las habitaciones del hotel Meliá San Carlos juegan con los colores neutros y la especial luz de la isla para crear un ambiente acogedor. El lobby destaca por su decoración elegante y su estilo ecléctico, mientras que en los hermosos patios interiores se respira la magia. El hotel cuenta, además, con bares y un excelente restaurante.
Desde
75 €
